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La Torre de Hércules o Ídolo de Cádiz

En la Playa de Santibáñez, existió en la antigüedad una famosa torre que la llamaban Torre de Hércules o Ídolo de Cádiz, por tener supuestamente una figura dorada de Hércules en su cima, aunque muchos autores discrepan y dicen que debió tratarse de una estatua de algún emperador o alto cargo romano. Dicha torre sirvió para dar nombre a la almadraba que allí existió: Almadraba de Hércules

Se conservan una larga lista de documentos medievales, tanto islámicos como cristianos, que hacen mención a esta torre, algunos de primera mano y otros de oídas de terceros, ya que al parecer se trataba del monumento más visible y espectacular que había en Cádiz en esa época. Las fuentes, aunque discrepan en pequeños detalles (por ser muchas de ellas relatos de autores que nunca estuvieron en Cádiz) sí que suelen coincidir en los rasgos principales de la torre. Parece que la estatua era de bronce bañado en oro y su brillo se apreciaba incluso desde Medina Sidonia, hasta que en el año 1145, durante una rebelión de Isa b. Maymún, la codicia de este le llevó a derribar la estatua creyendo que era de oro macizo, destruyéndola para siempre. Aun así y como veremos a continuación, parece que la torre perduró sin su estatua durante algunos siglos más. En la tesis doctoral de D. Jorge Elices Ocón disponible en el siguiente enlace se hace una recopilación y tratamiento muy acertado de los datos aportados por las fuentes medievales, cuya lectura está muy recomendada para todos aquellos que quieran saber más sobre el tema: https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/679950/elices_oc%C3%B3n_jorge.pdf?sequence=1&isAllowed=y

En dicha tesis se muestran algunas imágenes antiguas de la torre, de las cuales resalta por su belleza la siguiente miniatura de la Estoria de España de Alfonso X (siglo XIII), donde se la representa sobre un islote rocoso rodeado por el mar:



Entre todos los documentos que hablan sobre la torre, destaca por su gran valor patrimonial un cuento Islámico que fue recuperado conjuntando varias narraciones árabes del siglo XIII y publicado el 8 de septiembre de 2013 en Diario de Cádiz, el cual se puede leer en el siguiente enlace: https://www.diariodecadiz.es/ocio/cuento-arabe-Qadis_0_732526995.html

Por la información aportada en los documentos medievales parece que la torre era cuadrada, alta y estrecha (al menos en su parte superior), sin puertas ni ventanas ni ningún tipo de acceso, considerándose maciza, estando sus piedras sujetas entre sí con grapas o anillos de bronce o plomo. Debió tener una altura de unos 30 metros (aunque algunos textos le dan más altura). Su base tenía unos 20 metros de lado, casi lo mismo que la altura total de la torre dice alguna fuente, y sobre esta se asentaba una estructura cúbica mucho más estrecha seguida de otro cubo aún menor, siendo estos dos cuerpos los más representados en las imágenes y descripciones de la época, por constituir probablemente la mayor parte de la torre. En la cúspide había otro cuerpo en forma de pirámide truncada sobre el que descansaba la losa de mármol que sustentaba la estatua, teniendo dicha estatua unos 3 metros de altura.

También se dice que el derribo de la estatua que coronaba la torre no fue tarea fácil, lo cual tiene sentido teniendo en cuenta que la torre no tenía ningún acceso, por lo que para subir hasta la estatua habría que escalar la torre o construir algún acceso mediante andamios o escaleras externas.

Para que podamos hacernos una idea más aproximada hemos realizado un modelo orientativo en 3D basándonos en los datos disponibles, situando la torre sobre el saliente rocoso que hay en la playa de Santibáñez. La siguiente imagen es el resultado de ese modelo, el cual imitaría a una fotografía tomada desde un barco a principios del siglo XII (antes de la destrucción de la estatua) durante la pleamar y, por tanto, quedando sumergido el arrecife rocoso y la torre rodeada de agua tal como aparece en muchos planos.



Algunos expertos creen que esta torre formaba parte del Acueducto de Gades, sirviendo para regular la presión del agua dentro de los atanores del acueducto, impidiendo así que estos reventaran por sobrepresión, y dividiendo en dos el sifón, que de otra manera sería excesivamente largo (14km) entre las actuales San Fernando y Cádiz. Es decir, esta torre actuaría a modo de válvula de seguridad, evacuando los excesos de presión.

De ser así, no sería de extrañar que la estatua de la torre fuera la del político que promovió la obra del acueducto, a modo de propaganda política, lo cual era muy típico de hacer en la época romana.

Si nos fijamos, el diseño de la torre encaja perfectamente con la función de servir como regulador de presión hidráulica, ya que no era otra cosa que un tubo puesto de forma vertical, lo que se conoce como un pozo, sirviendo las grapas metálicas para impedir que la estructura reventara por la presión del agua en su interior, pues la altura de la columna de agua superaba los 20 metros a nivel del mar, lo cual significa más de 3 atmósferas de presión en su parte más baja. Su enorme base es muy probable que estuviera hueca y fuera una cisterna que actuaría como decantador para eliminar la arena del agua e impedir que esta se depositara dentro de los atanores.

En el siguiente plano de Cádiz de 1513, conservado en el archivo de Simancas, se puede observar la torre junto al borde izquierdo del dibujo, en la zona de Santibáñez.



A continuación una ampliación de la torre:



Posteriormente se erigió otra torre en las cercanías, probablemente una de las muchas torres con carácter defensivo que se levantaron a lo largo de toda la costa en el siglo XVI, pasándose a llamar a ambas “Torres de Hércules” o “Columnas de Hércules”, quizás por la confusión que suponía con las famosas Columnas de Hércules.

Esta segunda torre parece ser la antecesora de la actual Torregorda, ubicándose en el mismo lugar, tal como veremos en unos planos más adelante. Es probable que el nombre de “Torregorda” haga alusión a que esta segunda torre era más “gorda” que la del acueducto (que era estrecha), y la gente de la época las diferenciaba por este hecho.

Se dice que estas torres también fueron usadas con carácter almadrabero, para otear los bancos de atunes, tal y como se detalla en el siguiente grabado de Joris Hoefnagel del año 1600, donde se observan las dos torres idealizadas y junto a ellas los trabajos típicos almadraberos, con Cádiz al fondo (la Torre de Hércules original del acueducto sería la más cercana a Cádiz). Como se ve en la imagen, la red se recogía desde la costa. Dicha almadraba estuvo funcionando hasta principios del siglo XX. En cualquier caso es difícil creer que la torre romana original pudiera tener algún uso como atalaya de observación, ya que carecía de accesos, y por el mismo motivo tampoco podría haber servido de faro marítimo nocturno, a no ser que posteriormente se le construyera algún tipo de acceso a su parte superior, quizá alguna escalera externa de madera.



La singularidad que suponían esta pareja de torres costeras y su nombre, que hacía mención a las Columnas de Hércules, las hizo muy populares en su época, sirviendo como referente para los navegantes. Esto motivó que fueran representadas en multitud de planos desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVIII, momento en que parece desaparecer la torre original romana. Respecto a su desaparición no se han encontrado datos, pero revisando los planos vemos que dejó de representarse justo después del Terremoto de Lisboa de 1755, por lo que probablemente fue destruida por este y/o por su tsunami.

Más abajo podemos ver un fragmento de un plano de 1583 incluyendo las dos torres, siendo la torre original romana la más cercana a Cádiz y normalmente representada en los mapas dentro del mar o en el borde de este sobre un saliente, como en este caso, lo cual tiene sentido porque la playa ha sufrido un retranqueo de aproximadamente 300m debido a la erosión durante los dos últimos milenios, como muy bien explica en diversos trabajos D. F. Javier Gracia Prieto de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la UCA, quedando estas estructuras de época romana, que se construyeron probablemente tras las dunas, en la zona intermareal. Casi con toda certeza, esta torre estuvo edificada sobre el sustrato rocoso que hoy en día podemos ver en la Playa de Santibáñez cuando baja la marea, tal y como la hemos ubicado en el modelo 3D de más arriba.



Aun teniendo en cuenta el retranqueo que ha sufrido la playa por la erosión desde la época romana y que, como decimos, ha dejado en el mar estructuras que antes estaban en tierra firme, la Torre de Hércules romana parece que estaba situada casi 200m más hacia el mar que la calzada romana, por lo que quizás ya se encontraba bañada por este en el momento de su construcción. La razón de que dicha torre estuviera mucho más cerca del mar podría ser el sustrato rocoso sobre el que se asienta, ya que una torre de estas dimensiones necesitaría una buena cimentación, por lo que los romanos tuvieron que optar por construir la torre sobre el sustrato rocoso que aflora en la zona intermareal, en contra de hacerlo sobre la arena de la playa o sobre el lodo de la bahía, los cuales serían materiales muy blandos para su sustentación. De hecho, la elección fue acertada porque la torre sobrevivió 17 siglos, resistiendo varios terremotos y tsunamis, hasta que el de 1755 parece que acabó con ella.

A continuación otro plano de 1695 en el que también podemos ver de igual forma las dos torres.



En este otro plano de 1757 expuesto más abajo y conservado en el Archivo de Simancas, que trata sobre la propuesta del nuevo Camino del Arrecife tras la destrucción del antiguo por el tsunami asociado al Terremoto de Lisboa de 1755, solo se representa una torre en el emplazamiento de la actual Torregorda, pero con la denominación “Torre de Hércules”, lo cual confirma la desaparición de la primera torre romana para esa fecha (localizada un poco más al norte, en Santibáñez) y la ubicación de la segunda torre en el lugar de la actual Torregorda. Cabe destacar que este último plano es de mucho fiar porque está hecho en el mismo Cádiz y, por tanto, por gente que conocía bien la zona.



Los escombros de la Torre de Hércules romana quizás podrían haber servido de cantera para el nuevo Camino del Arrecife.

En el siguiente fragmento de un plano de 1868 de Francisco Coello se puede leer “Torre Gorda o de Hércules” en el lugar de la actual Torregorda, volviéndonos a confirmar sin lugar a dudas que Torregorda era una de las Torres de Hércules. Tanto en este plano como en el anterior se dibuja el saliente rocoso de Santibáñez sin ninguna torre sobre el, corroborándose que la torre original romana ya no existía tras el Terremoto de Lisboa.


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